Leiria Vay

Defensa del medioambiente Derechos de los pueblos indígenas
Guatemala
Comité de Desarrollo Campesino (CODECA)
https://www.facebook.com/ComitedeDesarrolloCampesino

Es madre, Indígena Maya Quiché, Defensora de los Derechos Humanos y de la Madre Tierra. Vive en la costa Sur de Guatemala, un área rodeada de monocultivos que se ha generado a raíz de la implementación de los proyectos de acaparamiento de tierras. Es integrante de la dirección política nacional del movimiento social Comité de desarrollo campesino CODECA y se encarga de coordinar la lucha por los derechos laborales.

Publicó una investigación sobre las condiciones laborales agrícolas que dejó en evidencia el nivel de sobre explotación laboral y semi esclavitud de las familias trabajadoras en las fincas agrícolas. A partir de ahí empezaron con fuerza las amenazas a la organización ya sus miembros.

Vay es Responsable de la Escuela itinerante de formación sociopolítica, Derechos Humanos y Derechos Colectivos de los Pueblos Indígenas y forma parte también de un equipo de trabajo que está sistematizando aportaciones que se realizan desde asambleas comunitarias con el objetivo de avanzar en un proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional en Guatemala, para la construcción del Estado Plurinacional y el Buen Vivir de los Pueblos en y desde los territorios.

Ha sido víctima de ataques directos y ahora está en Bilbao en un programa de protección de defensoras. Está aquí para realizar un trabajo de denuncia de la represión que existe en Guatemala contra CODECA, visibilizar las luchas del movimiento y hacer relaciones y alianzas con otras organizaciones. Desde Bilbao explica que no es sólo a ella a la que atacan sino a varias personas del movimiento que también son víctimas de represión.

Entrevista a Leiria Vay

¿Cuándo empezaron las amenazas más intensas?

La represión se agudizó cuando empezamos a pedir públicamente la nacionalización de todos los bienes y servicios privatizados. Fue en 2012 cuando desde las asambleas comunitarias llegamos a la conclusión que había que luchar para ser sujetas de derechos y posicionar a la Madre Tierra como sujeto de derechos y luchar por cambios estructurales en Guatemala.

¿Qué ocurrió exactamente?

Nos dimos cuenta que cuando nos constituimos luchamos por el derecho a la tierra y los derechos laborales, pero que no habíamos conseguido nada porque, a pesar de que recuperamos algunas tierras por las familias campesinas después de los Acuerdos de paz, se evidenció que el problema agrario era uno de los motivos principales del conflicto. Se estableció un mercado de la Tierra que no respondía a los intereses de las grandes mayorías y de la población más pobre sino que fue un mercado donde ganaron los grandes terratenientes que tuvieron la oportunidad de vender sus tierras fértiles a precios muy elevados.

También ganó el sistema bancario porque cuando compraban una tierra el sistema daba un préstamo, las familias adquirían las tierras y se quedaban pagando la tierra por 20, 30 y hasta 40 años. De forma indirecta se generaron nuevos esclavos.

¿Nuevos esclavos?

Si, porque a los campesinos les dieron tierras, las más damnificadas y las que menos producían y no les dieron acompañamiento técnico, ni les ayudaron con herramientas para el cultivo ni apoyaron la comercialización. Solo se los dio tierra.

Las familias se endeudaban y para conseguir dinero empezaron a trabajar en las fincas de los grandes terratenientes o migraban en los Estados Unidos para poder pagar las deudas, porque si no pagaban, los sacaban de sus tierras.

Fue claro que la lucha por separado por el acceso en la tierra y los derechos laborales no avanzaba porque hay un sistema detrás que no responde a nuestros intereses.

Se trata la tierra como una mercancía.

Nos dimos cuenta que en esta lucha por la tierra también estábamos cosificando la madre tierra porque nosotros también queríamos tener derecho a la tierra, como si la tierra le perteneciera a la humanidad. Vimos que no queríamos entrar en la lógica del mercado, que es una lógica de “muerte”.

Llegamos a la conclusión que nuestra lucha tiene que ser para posicionarnos a nosotros como sujetos de derecho, así como a la madre tierra.

Cuando decimos que tenemos derecho a la tierra estamos diciendo que la tierra es un recurso que podemos explotar. Había que cambiar! Y sobre todo teniendo en cuenta la situación planetaria actual. La tierra no es un recurso para explotar sino la fuente de vida de la humanidad y nuestra lucha tiene que ser para defender la madre tierra, para cuidarla y para promover su regeneración. Es por eso que a partir del 2012 nuestra lucha empieza a ser para defender la madre tierra como sujeto de derecho.

¿Cómo lo hicisteis?

Empezamos el proceso de la Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional. El presidente de entonces, Otto Pérez Molina, quería empezar una serie de reformas en la constitución que querían consolidar más el sistema neoliberal y los ha supuesto desarrollo. Entonces empezamos a salir a la calle diciendo no a las reformas.

¿Y cómo fue la respuesta?

Siempre fuimos un movimiento rural y con poca capacidad de llegar a los medios. Poca gente nos hacía caso hasta que hicimos un informe sobre las condiciones de explotación laboral en el campo, en las fincas agrícolas, que evidenciaba cómo crecía en Guatemala el acaparamiento de tierras sobre todo de los ingenios azucareros.

Cuando salió el informe nos empezaron a decir que CODECA era una organización que estaba en contra del desarrollo y la inversión privada y el gobierno comenzó una campaña de difamación en nuestra contra.

El presidente nos acusó de robar energía eléctrica y creó una fiscalía especial llamada “fiscalía contra el hurto de ruidos electricos” que se ha dedicado a perseguir a nuestros compañeros. No tiene nada que ver con la energía eléctrica, simplemente es el argumento para perseguirnos y criminalizarnos. Han iniciado procesos contra más de 3.000 defensores de nuestra organización. Solo 3 casos han finalizado y 2 han sido absueltos. Una compañera ha sido condenada por un supuesto robo de unos alicates a un miembro de esta fiscalía especial cuando lo que realmente ocurrió es que la atacó y ella usó los alicates para defenderse.

No han parado los ataques directos y los secuestros exprés y como ven que las luchas de CODECA no paran, han empezado con los asesinatos y por eso estoy aquí refugiada.

¿Cómo se lucha contra esa represión?

Explicando en todas partes que no somos delincuentes intentando deshacer este estigma y continuando con nuestra lucha principal: exigir la construcción de un Estado Plurinacional en Guatemala, mediante un proceso de Asamblea Constituyente Popular y Plurinacional para el Buen Vivir de los pueblos y aglutinando las Resistencias comunitarias por exigir la nacionalización de Todos los Bienes y servicios privatizados.

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