Carlos Andrés Tobar

Derechos del colectivo LGBTIQ+. Derechos de las personas migrantes y refugiadas.
Colombia

Carlos Andrés Tobar Castaño nació en Armenia, (Colombia), en 1982. Es un activista colombiano por los derechos LGTBI y los derechos humanos. Licenciado en administración y dirección de empresas, marketing y diplomado tanto en derechos humanos como en gerencia de proyectos sociales, desde noviembre de 2021 reside en Gavà, Barcelona. Su historia es la de un activista que hace más de 20 años que batalla para garantizar la defensa de los derechos de las comunidades LGTBI en Colombia. Fue una de las primeras caras visibles por la defensa de los derechos de las comunidades LGTBI en Armenia, —situada en el departamento de Quindío—. “Empecé alzando la voz en espacios de participación con el proyecto Jóvenes en Acción por la Vida y elaborando y desarrollando diferentes proyectos tanto municipales como nacionales e internacionales, con Perú, Brasil y Colombia. También trabajé en temas de prevención del VIH-Sida. Eran los años ochenta y la población gay estaba muy estigmatizada”, explica. Tenía 18 años. Un poco más tarde participó en el proyecto nacional Planeta Paz, en el que se llevaban a cabo proyectos de diferentes ámbitos: género, medio ambiente o LGTBI, entre otros. “Esa fue mi escuela de formación; allí me convertí en líder social”.

También participóen la construcción de la Mesa Municipal LGTBI en Armenia y fue el primer consejero municipal LGTB ante el Consejo de Política Social en la ciudad de Armenia durante cuatro años. “Con nuestra lucha logramos que la población LGTBI estuviese en los planes de gobierno y en los planes de desarrollo desde 2002 y hasta la fecha de hoy, participando de la construcción pública nacional por la garantía de los derechos de los sectores LGBT. También trabajamos para llevar estas políticas públicas a los territorios”. El trabajo de Carlos Andrés Tobar siempre ha sido en dos direcciones: en la calle y en las instituciones.

Tras años de trabajo tanto desde el activismo como desde las instituciones, Carlos Andrés Tobar tuvo que abandonar su país debido a las amenazas recibidas. El activista considera que, si bien su país ha avanzado en temas legales, en la calle y en las instituciones aún queda mucho por hacer. La discriminación contra la comunidad LGTBI y las personas trans, los delitos contra ellos y ellas y la impunidad de estos aún son temas pendientes en el país latinoamericano.

Gustavo Petrouna nueva oportunidad para los derechos humanos en Colombia

Tras las elecciones de junio de 2022, Colombia inicia una nueva etapa con Gustavo Petro —exalcalde de Bogotà, exsenador yexguerrillerode la M-19— y França Márquez—la primera vicepresidenta afrodescendiente del país, activista ambientalista— al frente. Se trata de una buena oportunidad para reconquistar aquellos derechos aniquilados bajo el gobierno de Iván Duque, heredero del uribisme más férreo. arlos Andrés Tobar explica que: “Todos los logros conseguidos por los gobiernos de izquierdas, más socialistas, se frenaron con la llegada al poder de Álvaro Uribe y posteriormente de Iván Duque (2018-2022). Es ahí cuando empezó el retroceso en Colombia en materia de derechos humanos y cuando las políticas públicas dejaron de hacerse. Empezaron las olas de asesinatos s a líderes sociales y la situación se empezó a volverse difícil. En el caso del ámbito LGTB, muchos líderes sociales volvieron al closet porque tenían miedo y padecían presiones y amenazas. Esto también sucedió con los líderes comunales. Por aquel momento se estaban produciendo las conversaciones para la construcción de la paz y la coyuntura era difícil. Pero los que no teníamos temor, hablamos” Ahora, con el inicio de una nueva etapa política para el país, los defensores de derechos humanos tienen los ojos puestos en un gobierno que, a priori, despierta esperanzas.

La situación del colectivo LGTB en Colombia

Según la encuesta nacional “Estrés, salud y bienestar de las persona LGTB en Colombia”, publicada en 2019, la situación de los colectivos LGTB en Colombia no es la idónea. En el informe se explica que: “(…) La exposición al estrés minoritario, la discriminación y la violencia son experiencias comunes para las personas LGBT que tienen graves resultados adversos para la salud. (…) Todas las personas LGBT experimentaron altos niveles de victimización, como ser amenazadas con violencia, golpeadas, atacadas físicamente o agredidas sexualmente. Estos niveles fueron especialmente altos entre las personas transgénero y los hombres gay o bisexuales. Esto es consistente con los informes sobre los ataques hechos por parte de grupos paramilitares y otros grupos en la sociedad colombiana contra personas transgénero, especialmente mujeres transgénero y hombres gay o bisexuales. En general, el 20% de las personas LGBT informaron que la policía u oficiales estatales habían sido verbalmente abusivos y el 11% reportaron abuso físico. Las experiencias de abuso verbal (29%) y físico (24%) por parte de la policía fueron especialmente altas para las personas transgénero”. Lamentablemente, este no es el único informe que certifica la situación del colectivo LGTB en Colombia. También en el informe «Más que Cifras. Informe de derechos humanos de personas LGBT en Colombia 2019”, de Colombia Diversa se destaca la discriminación y la violencia que se sigue reportando contra el colectivo y apunta hacia las fuerzas del estado: “[existeix] [existe] un patrón de agresión recurrente por parte de la Policía Nacional contra las personas LGBT (…)” y “un alto porcentaje de los incidentes que involucran el uso abusivo de la fuerza por parte de la Policía Nacional no se registran formalmente”.

nte esta situación, personas como Carlos Andrés Tobar Castaño u organizaciones como Colombia Diversa, que trabaja en favor del bienestar y reconocimiento legal y social de la comunidad LGBTI, continúan luchando para ya no el reconocimiento de los derechos de las personas LGBTI, sino por el respeto y el cumplimiento de ellos.

Entrevista a Carlos Andrés Tobar

Después de muchos años de activismo por los derechos LGTB, tuvo que salir de Colombia. ¿Qué pasó para que resultase amenazado?

Las amenazas empezaron 2012, pero hasta 2016 no le presté demasiada atención. Vivía con ellas. Estuve una temporada en Bogotá refugiado, hasta 2019 y entonces regresé a Armenia, más fortalecido y capacitado. Por aquellas fechas me convertí en el primer enlace LGBTI de la personería municipal, que es una entidad de derechos humanos. En 2019 volví a ser líder y activista reconocido. Fue entonces cuando también se inició una ola de asesinatos contra mujeres trans a causa de los abusos policiales. En este contexto, y con un grupo, estábamos trabajando en un tema de cárteles de microtráfico de comunidad LGBTI.

¿Fue entonces cuando las amenazas se volvieron más serias?

Sí. En julio de 2020 fui citado en el barrio La Esmeralda, en el municipio de Circasia, del departamento de Quindío, para llevar a cabo una actividad pública Un día antes de la actividad, me llamaron y me avisaron de que me iban a asesinar. Yo no fui, pero Mateo López sí que lo hizo, y lo asesinaron. Mateo López era un hombre trans y fue asesinado en un espacio comunitario. Fue entonces cuando realmente pensé que mi seguridad estaba comprometida y decidí iniciar mi solicitud de asilo. La salud mental empezó a empeorar y sentía presión, estaba encerrado. Yo pensaba que esto del asilo sólo era para las personas poderosas y no me había planteado pedirlo nunca, porque, además, nunca me planteé que tendría que salir de mi país. Sin embargo, no me quedó más remedio y decidí contactar con dos fundaciones en España. Avisé a mi familia tres días antes de irme. Vaig sortir escortat des de casa meva i fins a l’aeroport. Y me fui.

¿Cómo decidió recalar en Barcelona?

Barcelona siempre ha sido una ciudad de referencia de progreso de los derechos LGBTI.

¿Cómo fue su llegada?

En Colombia yo tenía calidad de vida y siempre lo repito: yo no estoy aquí porque yo quiera, sino porque no me quedó más que proteger la vida como un derecho fundamental. En Colombia tenía mi empleo, mi fundación y empresa, mi familia y amigos. Cuando llegué a Barcelona llegué al barrio de la Mina y luego me instalé en Gavà, donde me ofrecí para trabajar como voluntario en el SAI y ayudar con mis conocimientos. Por ejemplo, he colaborado en campañas publicitarias de temática LGBTI y también he participado en la elaboración del vídeo del plan social LGBTI de la ciudad. También colaboro como voluntario en la asociación ACATHI, a donde acuden muchos hombres jóvenes migrantes de diversos países, también con asuntos relacionados con el tema LGBTI.

¿Y cómo está siendo su estancia aquí?

Siempre resulta difícil arrancar desde la base y escribir una nueva historia, pero tengo claro que si no hubiese salido de mi país, no hubiese podido continuar alzando la voz. Aquí en Barcelona he continuado trabajando por los derechos humanos del colectivo LGBTI.

En Colombia ha cambiado el color del gobierno y parece que el tándem formado por Gustavo Petro y Francia Márquez puede hacer cambiar las cosas de manera positiva.

Petro quiere cambiar las cosas, pero de momento no ha podido cambiar ni desarrollar demasiado. Colombia es un país dividido y, por ejemplo, aún no ha podido constituir un Ministerio de Igualdad. En Colombia continúa habiendo discriminación y falta el reconocimiento social de los derechos LGBTI. Por ejemplo, tenemos matrimonio igualitario, pero las notarias ponen muchas barreras. La adopción también tiene barreras y una serie de requisitos. En definitiva, hay mucha cosa sobre el papel, pero es complicado llevarlo a la práctica. El país continúa estando en deuda con los colectivos LGBTI y aún queda muchas acciones afirmativas por hacer.

Hay varios informes recientes hechos por organizaciones que luchan por proteger los derechos de los colectivos LGTB y trans que señalan la violencia policial contra estas personas.

Considero que debe haber una mano más dura en el poder judicial y penal que investigue y que llegue hasta el final de las investigaciones con el objetivo de castigar los abusos de poder por parte de funcionario público, la sociedad civil y los crímenes de odio LGBTfobia en Colombia.

¿Se plantea volver a Colombia?

Si me dieran la posibilidad de volver, sí que volvería, porque creo que la experiencia que estoy adquiriendo aquí puede ser útil allá. Además de dejar familia y amigos, allí dejé diferentes proyectos, como un hotel LGBT. Volvería sí; pero si tuviera garantías de seguridad y cumplimiento de las políticas públicas como una garantía de derechos. Recién conseguí el permiso de trabajo en 2023 y estoy trabajando con el propósito de reconstruir mi vida.

¿Cómo ve la situación de los derechos de la población LGTB y trans en España?

En España aún hay discriminación. La gente se cree que por tener leyes LGBTI está todo ganado, pero aún falta mucha sensibilización y educación. La tarea es larga y se debe continuar buscando las acciones afirmativas para conseguir una sociedad más justa e igualitaria. En muchos países, ser homosexual aún es delito y, si bien hay avances, también se producen retrocesos.

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