Joven activista de derechos humanos de Bahréin, actualmente es presidenta del Centro de Derechos Humanos de Bahréin (Bahrain Center for Human Rights) y codirectora del Centro de Derechos Humanos del Golfo (Gulf Center for Human Rights). En el año 2012 recibió el premio de la libertad de la asociación Freedom House.
Maryam Al-Khawaja empezó su activismo con solo 24 años a raíz de las protestas de la primavera árabe en Bahréin el año 2011. Adquirió un rol relevante, principalmente, por su transmisión en directo a través de Twitter de las protestas y las violaciones de derechos humanos que se producían. En marzo de aquel año el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas la invitó a participar en una mesa redonda para que diera a conocer la situación de los derechos humanos en Bahréin. Precisamente esta invitación coincidió con la detención de su padre, Abdulhadi Al-Khawaja, destacado defensor de derechos humanos en Bahréin y uno de los líderes de la primavera árabe. Desde entonces Maryam se ha visto forzada a vivir en el exilio, en Dinamarca, y continúa su activismo desde el extranjero. Ha realizado numerosas entrevistas para Democracy Now, la BBC, Al Jazeera, Frontline Defenders y participa en foros como el US-Islamic World Forum.
Cuál fue tu rol durante la primavera árabe en Bahréin el año 2011?
Como defensora de los derechos humanos tuve un rol muy activo promoviendo las protestas en pro de la democracia. También hice seguimiento de las protestas, documenté las violaciones de los derechos humanos y era un punto de conexión para periodistas y ONG internacionales.
Qué impacto tuvo Twitter y las redes sociales en la revolución de Bahréin?
Los activistas y manifestantes hicieron uso de las redes sociales para documentar los eventos, comunicar e informar sobre la situación en el terreno. Debido a la ausencia de atención mediática de la situación en Bahréin, las redes sociales fueron cruciales para traspasar las fronteras de Bahréin e informar de la situación a pie de calle.
4 años después de la revuelta en Bahréin, se han conseguido cambios? La situación de los derechos humanos ha mejorado o ha empeorado?
Desafortunadamente, la situación ha empeorado, cada vez encarcelan a más personas por motivos políticos, la tortura es sistemática y la impunidad es la norma. La diferencia entre 2015 y 2011 es que en 2011 la represión era caótica y estaba por todos los lados, hecho que cautivó la atención internacional. En 2015 se cometen las mismas violaciones y represiones, pero ahora están institucionalizadas y son sistemáticas.
Cómo te convertiste en una activista tan joven?
Estaba buscando trabajo después de licenciarme en la universidad, pero debido al activismo de mi padre en derechos humanos, no podía encontrarlo, así que empecé un voluntariado en una ONG de derechos humanos. Al cabo de poco tiempo me tuve que exiliar por las amenazas de secuestro y me convertí en una defensora de derechos humanos a tiempo completo.
A qué tipo de retos y amenazas te tienes que enfrentar para ser activista de derechos humanos? Especialmente cuáles son las consecuencias por ser una activista joven y mujer de un país que viola constantemente los derechos humanos?
He sufrido amenazas de todo tipo: violencia, violación y también amenazas de muerte. He sido víctima de numerosas campañas de difamación durante los últimos ocho años. Un policía me asaltó, he pasado tres semanas en prisión, actualmente estoy condenada a un año “in absentia” y con once casos pendientes. Tengo muchos colegas y familiares en la cárcel, muchos de los cuales son supervivientes de torturas constantes.
Cómo animarías a los jóvenes para que se implicasen en el activismo y la defensa de los derechos humanos?
Creo que reaccionar ante la injusticia debería de ser la norma y no la excepción, pero ponemos en un pedestal y consideramos héroes a personas que simplemente están haciendo lo que debería de ser la reacción normal de cualquier ser humano ante las injusticias. No nos esforzamos para darles apoyo o protegerlos, simplemente preferimos apreciar de manera silenciosa su elección de defender los derechos humanos.