Marcelline Nyiranduwamungu

Derecho a la libertad de opinión y de expresión. Derecho a la libertad de reunión y de asociación. Derechos de las mujeres.
Ruanda
Réseau International des Femmes pour la Démocratie et la Paix

Marcelline Nyiranduwamungu lucha para que la paz, la democracia y la libertad de expresión lleguen un día a la región de los Grandes Lagos. Vive en Bélgica, con su marido y sus 4 hijos, desde el año 1996. El país europeo la acogió como refugiada de la guerra de Ruanda y en 2001 le otorgó la ciudadanía.

Es cofundadora de la Red Internacional de Mujeres por la Democracia y la Paz (RifDP), entidad que trabaja en el fomento de la democracia y la paz en África y concretamente en la región de los Grandes Lagos.

En el año 2011, a raíz del encarcelamiento de Victoire Ingabire, la principal lideresa de la oposición política ruandesa, el RifDP convocó el premio «Victoire Ingabire para la Democracia y la Paz», que se concede cada año por el Día internacional de los Derechos de las Mujeres a personas que trabajan por la defensa de los derechos humanos, especialmente en la Región de los Grandes Lagos. El premio lleva el nombre de la mujer que volvió a Ruanda, tras 16 años de exilio, para presentarse como candidata a elecciones presidenciales. Ahora está amenazada por el gobierno del presidente Paul Kagame y la Red trabaja para visibilizar este caso de represión.

El RifDP es una organización no gubernamental que opera en tres países, Bélgica, Holanda y Canadá, y actualmente está abriendo una sede en Francia. Trabajan por la defensa de los derechos de la mujer africana y por su papel en la resolución de conflictos. También pretende potenciar el liderazgo de las mujeres en el ámbito de la defensa de los derechos humanos. El RifDP se constituye mayoritariamente por la diáspora africana, y también se ocupa de las problemáticas derivadas de la migración forzada.

La principal lucha de la Marcelline Nyiranduwamungu y de la RifDP es una Ruanda donde no se vulneren los derechos humanos, con democracia, paz y libertad de expresión.

Entrevista a Marcelline Nyiranduwamungu

¿Cuál fue la motivación principal para crear la Red?

La Red Internacional de Mujeres por la Democracia y la Paz, (RifDP) surgió justamente después de una conferencia que tuvo lugar en Barcelona el año 2008, sobre el diálogo interruandés y el papel de las mujeres. Cuando terminamos la sesión comenzamos a reflexionar sobre qué podíamos hacer como mujeres, teniendo en cuenta que somos las primeras víctimas de guerras libradas injustamente en todo el mundo y que las consecuencias de los regímenes extremistas, dictatoriales y sanguinarios recaen primero en mujeres y niños.

Concluimos que si queremos poner fin a esta violencia repetitiva y promover la consulta y el diálogo en la resolución de conflictos y la promoción de los derechos humanos, las mujeres deberían ser más activas y ocupar su lugar en los órganos de decisión para hacer escuchar su voz. Y eso estamos haciendo, poco a poco, sobre todo después de la creación de la Red.

El caso de su compañera Victoire Ingabire Umuhoza es un ejemplo de la represión flagrante en el país

Si. Victoire decidió dejar Holanda y volver a Ruanda para presentarse como candidata a las elecciones presidenciales. Este era el objetivo. En abril de 2009 renunció a su trabajo en Europa para dedicarse a la carrera política y preparar el regreso a su tierra natal. Sabía que probablemente iría a la cárcel solo pisar el país o que la matarían, tal vez incluso la torturarían, pero de todos modos quería dar un paso más para contribuir a la reconstrucción de su país como cabeza de su partido político. Pasó ocho años en prisión y ahora permanece confinada en Ruanda, donde Kizito Mihigo (artista que hizo una canción crítica con el régimen) y cada vez más de nuestros amigos son asesinados o encarcelados por el gobierno de Kagame.

Ahora está fuera de la cárcel, pero no puede moverse libremente. Debe presentarse en la Oficina de Investigaciones de Ruanda cada mes y no puede viajar sin el permiso del ministro de justicia. Victoire es acosada cada día, y cualquier persona que esté a su alrededor, desaparece o la matan.

Victoire Ingabire trabajó mucho con la comunidad de refugiados ruandeses en Europa y América del Norte

Dejó Europa para ir hacia Ruanda en 2010. No era refugiada en los Países Bajos, ya que llegó con una beca uno o dos años antes del genocidio. Los trágicos acontecimientos de 1994 la encontraron allí. Los refugiados que se dirigían hacia ese país encontraron en Victoire una mano útil. A través de muchas asociaciones a las que pertenecía, ayudó a los recién llegados a establecerse en países donde no hablaban el idioma. Les ayudó a pasar las tareas administrativas y luchó para encontrarles refugio, escolarización y trabajo. Viajó mucho por Europa y por América del Norte para conocer la situación de los refugiados ruandeses y ayudó siempre que pudo. En honor a ella y a su labor otorgamos cada año el premio que lleva su nombre a las personas que dedican su vida a la defensa de los derechos humanos en Ruanda.

¿Cuáles son las últimas denuncias que habéis llevado a cabo sobre la falta de libertades en Ruanda?

Por ejemplo, el año pasado los soldados se aprovechaban de la situación de la pandemia y de las restricciones a la movilidad para secuestrar a mujeres y violarlas si las veían fuera de sus casas durante el toque de queda. Lo denunciamos. Escribimos a la sección de mujeres de las Naciones Unidas y también a las mujeres del Parlamento de nuestro país y les preguntamos qué estaban haciendo por las mujeres que estaban siendo secuestradas por los soldados. Ruanda es el país del mundo que tiene el porcentaje más alto de mujeres en el Parlamento, pero nunca nos contestaron. Al ser un país dictatorial, no obtuvimos ninguna respuesta, pero sabemos que lo recibieron.

¿Hay respuesta por parte de la comunidad internacional?

Este tipo de situaciones son las que intentamos explicar a las Naciones Unidas, a la Unión Europea, al gobierno de Bélgica o a la Unión Africana para que actúen. Hemos dado pasos muy pequeños, pero seguimos firmes en la defensa de la paz y la democracia.

Nosotros hemos decidido hablar sin miedo. Desde aquí puedo hacerlo, porque estoy fuera del país. Queremos paz, democracia y libertad en la región de los Grandes Lagos y que la comunidad internacional nos ayude a visibilizar que la libertad de expresión ¡no es un crimen! Nuestro gobierno no entiende que cuanta más pluralidad de ideas convivan, mejores sociedades seremos. Si no dejas a la gente hablar y expresarse, puede haber otra catástrofe.

Desde el año 2009 Ruanda es parte de la Commonwealth, aunque nunca fue colonia británica, y está previsto que este 2021 el país africano aloje un encuentro con los jefes de gobierno de la organización británica. Nuestra organización está preparando documentos y acciones para hacer presión a los miembros de la Commonwealth, visibilizar las flagrantes violaciones de derechos que hay en el país y la necesidad de caminar hacia la paz y la democracia.

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