La Comuna 13 , municipio de Medellín, es hoy un laboratorio cultural y espacio de arte y memoria. La transformación de la Comuna, que hace poco más de veinte años fue el escenario de la llamada Operación Orión, una incursión de las Fuerzas Armadas que sacudió a la sociedad civil causando violencia y muertes, es el resultado del trabajo resiliente de los suyos habitantes, que han construido la paz desde los barrios, desde la educación y desde la cultura.
Defensor de los derechos humanos, artista y gestor cultural, Jeihhco, seudónimo de Jeison Castaño, es actor de este cambio. Participó en la gira de otoño del proyecto “Ciudades Defensoras de los Derechos Humanos” en 2016 y, en ocasión de su visita a Barcelona el pasado mes de mayo, nos encontramos con él para preguntarle sobre su proyecto y activismo en Colombia.
Casa Kolacho i el Graffitour
Jeihhco erige y canaliza su activismo desde Casa Kolacho, un centro cultural de la Comuna 13, donde, junto con sus colaboradores, construye el cambio social y el empoderamiento de la población local a través de talleres que abarcan las cuatro ramas del .hip hop: rap, graffitis, breaking y DJing.
El medellinense nos cuenta que, en los últimos diecinueve años, 3500 personas de todas las edades han tenido la posibilidad de aprender en esta casa, en esta escuela, que ha ido consolidándose como engendradora de artistas que interpretan elhip hop como arte político, comprometido con la memoria de la Comuna 13 y de Medellín y con el activismo y el pensamiento crítico. En la escuela de Casa Kolacho, relata Jeihhco, el hip hop se trabaja de manera holística, se practica el freestyle pero también se reflexiona sobre Martin Luther King.
Uno de los proyectos de los que el activista colombiano está más orgulloso es el Graffitour, una ruta diseñada en el 2011 junto al grafitero El perro que recorre los rincones de la Comuna y, a través de los grafitis y del hip hop, narra su historia, divulgando sobre los hechos de 2002, la Operación Orión, y sobre los valores que a través de este museo urbano quieren inculcar en la Comuna: inclusión, comunidad, participación y diversidad. inclusión, comunidad, participación y diversidad.
Jeihhco explica que a través del tour no sólo se han podido llevar a cabo actividades de incidencia política, denuncia y reconstrucción de la memoria , sino que también han nacido oportunidades de empleo como guías turísticas, gracias a la formación proporcionada por Casa Kolacho. Hoy en día, de las 12 guías del Graffitour, 7 son mujeres.
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La construcción de la paz en Colombia
Cuando el Jeihhco aterrizó en Cataluña en 2016 para participar en la gira de “Ciudades Defensoras de los Derechos Humanos” habían pasado unos pocos meses desde la firma de los Acuerdos de Paz en La Habana, que sancionaron la desmovilización y entrega de armas por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Siete años después, reconoce que «eliminar las FARC políticamente y sin violencia ha sido un logro para el país».
También valora como positivo el hecho de que hoy el Gobierno crea y apueste por el Acuerdo, así como las miles de personas que hoy alimentan la paz con proyectos de inserción en la vida civil y política de ex combatientes, construyendo y fortaleciendo las comunidades. Sin embargo, reconoce que sigue habiendo episodios de asesinatos a personas firmantes del Acuerdo, así como el regreso a las armas de algunos ex combatientes involucrados en los acuerdos, “un duro golpe para la paz”, dice.
Respecto a la participación ciudadana, Jeihhco considera que la sociedad civil está involucrada y participa activamente en el proyecto de “Paz Total”, impulsado por el actual gobierno de Gustavo Petro. «La paz se construye de manera cultural«, afirma, reivindicando el papel crucial de la cultura en la transformación real y duradera, una revolución que no apela a las armas ni a la lucha violenta, sino que a la educación ya una conexión con la comunidad.
Sin embargo, a pesar de las iniciativas y cambios tangibles que se evidencian, Colombia sigue siendo el país donde se registra el mayor número de asesinatos a defensores de los derechos humanos en el mundo,en particular de los derechos medioambientales. Según el Instituto de estudios para el desarrollo y la paz ( INDEPAZ ) en 2022 fueron asesinados 189 activistas en el país. Jeihhco, analizando estos datos, nos indica que el riesgo que viven especialmente líderes sociales y representantes de grupos campesinos e indígenas en Colombia deriva de las problemáticas vinculada al reparto desigual de la tierra, en un país que “necesita una reforma agraria y proteger debidamente a los líderes sociales que defienden su tierra”.